¿Hay una fiebre litigiosa por casos de plagio de canciones en EEUU? ¿Llegará a España?
La revista World International Property Review (WIPR) ha publicado ayer una encuesta que indica que casi tres cuartas partes de los entrevistados opinan que la resolución de primera instancia del caso Blurred Lines, en el que fueron demandados Pharrell Williams y Robin Thicke por vulnerar los derechos sobre una canción de Marvin Gaye, ha contribuido a generar un aluvión de demandas. Y es que cinco millones de dólares por tomar prestado un groove parecen un buen estímulo para probar suerte.
La resolución no es todavía firme: el afamado productor y Robin Thicke han apelado ante el Tribunal del noveno circuito en California. Pero hasta que esta apelación se resuelva, el efecto de proliferación de litigios se hace sentir. Al menos al otro lado del Atlántico, porque en España la temperatura permanece constante:
http://www.efeeme.com/tormenta-de-plagios/
Prestigiosos músicos como los miembros de Earth, Wind and Fire están apoyando en el procedimiento judicial la posición de Williams y Thicke. La verdad es que resulta muy llamativo que se haya concedido tanta importancia al groove de la canción de Marvin Gaye: aunque no haya reglas escritas o bien definidas por la jurisprudencia sobre qué tiene mayor o menor peso, las coincidencias en la melodía siempre se han visto como el elemento determinante.
Con este mar de fondo, Ed Sheeran –que lleva un tiempo alejado de las redes sociales, lo que muestra cierto deseo de estar de perfil bajo- recibe ahora las demandas a pares. A primeros de agosto ha sido de nuevo demandado, esta vez por tomar en su gran éxito Thinking Out Loud elementos esenciales (se alega) del célebre Let´s Get It On popularizado (de nuevo) por Marvin Gaye en 1973.
¿Devolverá esa apelación en California las aguas a su cauce habitual?
Javier de Torres